miércoles, 8 de octubre de 2008
¡No me acabo un libro ni a tiros!
Tengo en mi habitación empezados y sin acabar todos estos libros:
- El comic santuario, (me lo compré la semana pasada cuando fui a por Mister Potato de Indiana Jones para mi buen amigo Calippop. Llevo veinte páginas y tiene muy buena pinta).
- El niño con el pijama de rayas, (me lo he empezado a leer en el metro porque antes la gente me miraba de una manera muy rara, como diciendo... mira ese que no lee este libro, y me señalaban con el deo!).
- La niebla y la doncella de Lorenzo Silva, (novela negra, muy entretenida, como todas las de este señor).
- Hacia rutas salvajes, (la peli mola, pero el libro me da pereza, sé que me va a flipar, pero me da cosilla!).
- Diario de una ninfómana, (muy bien escrito, este estuve apuntito de regalártelo en vez de Coraline, pero quiero esperar mejor a cagarla contigo de otra manera, esta es demasiado directa. Me lo compré porque como es de sexo me parecía que no me dormiría en el metro mientras lo leo, pero a partir de que la chiquilla echa el cuarto polvo me sobo).
- El cuaderno de Noah, (de donde se basa la peli EL DIARIO DE NOAH... llevo meses para acabarlo, porque cada vez que leo una sola palabra lloro como los payasos de la tele).
- La insoportable levedad del ser de Milán Kundela, (un pecao lo sé, me quedan diez páginas, pero es que no soy digno para leerlo! Creo que lo empezaré de nuevo y lo acabaré cuando sea más inteligente, si llega a ocurrir alguna vez).
¿Por qué no acabo los libros?
Lo mismo me pasa con el teatro, a partir de la hora y media viendo una obra mi vista se cansa y me duermo. No puedo estar mirando al mismo sitio mucho tiempo, me he criado, he crecido con las películas del tío Spielberg y mi cerebro necesita movimiento, que cambiemos de plano cada quince segundos, la mirada fija en algo me duele. Esto no es una metáfora sobre la promiscuidad, no, yo soy de los prefieren un suave beso en la mejilla a una fría mamada. Esto es una entrada sobre el consumo, el capitalismo y la necesidad de esta sociedad de la comida basura y las luces de neón que nos ciegan la vista como tontos.
La generación de nuestros padres ha vivido con ciertos escasos placeres materiales, ahora nosotros estamos saturados de comprar, ver y disfrutar. Eso nos lleva a no saborear las cosas simples y maravillosas de la vida.
Aún asi... lo que más me gusta en sentarme en la piedra B y dejar que pasen los minutos sin hacer absolutamente nada. La piedra B es una piedra, hasta ahí bien, que tiene grabada una enorme B, bien, bien. Está en la urbanización de mi casa de la sierra, esa casa de más de cuarenta y cinco años y pequeña que se cae a pedazos. Es la piedra donde aprendí a fumar y donde mis amigos Mario y Carlos me enseñaron con fotos la diferencia entre hacer el amor y follar. Desde esta piedra se ven muy buenas tormentas veraniegas.
Si los desgraciados e hijos de puta, con todos mis respetos a las putas, de los trajeados engominados de Wall Street pensasen más en la piedra B nos iría mejor a todos... ojo al dato, 1.400 dólares por norteamericano costará la cagada de la Banca.
Besos a todo@s, y no olvides disfrutar de un simple vaso de agua.
p.d. que mierdecilla es la ventana de editar las entradas de blogger, tengo que estar dándole al scroll tol rato madre!
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7 comentarios:
jo, niño... yo estoy casi como tú!!! llevo 4 libros empezados y no veas, soy lo peor...
oye, que un detallazo :)
y por cierto, agrega mi nuevo blog a tu lista de blogs, que me siento excluída, jajaja... además, ya está empezando a ser positivo... :P
muchos besos!!
Uy, acabo de encontrar algo en lo que no nos parecemos... yo soy incapaz de dejarme un libro a medias... bueno, solo uno, y bien corto El Principito... si es que no puedo con él...
Anoche me acosté vieno Dr en Alaska y hoy me levanto viendo tu post con la foto de Chris... definitivamente tento que ir a Alaska. Un beso enorme en tu piedra B.
¿El principito no, Re? Con la de menesajes escondidos que tiene...cada vez que lo he tenido en mis manos algo nuevo me he llevado...
;)
Siempre simultaneo libros y de momento el que he abandonado, después de 158 páginas porque me resultaba infumable, ha sido: "Por quién doblan las campanas".
Esta tendencia a leer varios libros a la vez es como con los hombres: cuando te estás tirando a varios es porque ninguno te convence del todo.
Pero Kundera??? Traicionar a Kundera con otros libros no tiene perdón. Y no acabarse el del Pijama a Rayas ya es de vagos!! Si ese libro se lee solo!!
De todas formas, te entiendo perfectamente. Hace años que soy incapaz de hacer una sola cosa a la vez: veo la tele mientras dibujo, consulto el mail, frío un huevo y me hago la manicura. Una sola cosa me sabe a poco y me aburro.
Sti estás hecha una crack! así me gusta, sin cortarte un pelo!!!! jajajaja!!!
deja algún hombre para las demás!
aunque...
¿donde se puede coger ticket?
un beso!
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