martes, 30 de junio de 2009

No sé que título ponerle a esta entrada

En una de las redes sociales que estoy apuntado un día me empezó a hablar una chica muy joven y guapa,...preciosa. Lo primero que me preguntó fue si en esa web todos los tios eran igual de babosos que los que la estaban llenando su buzón de correo. Yo que siempre he intentado manterme tranquilo, educado y bastante comedido le dije que había de todo, pero que tuviera paciencia porque iba a hacer muy buenos amigos.

Estuvimos hablando durante una semana y nos contamos la vida: lo difícil que había sido su adolescencia y lo muy desilusionada que estaba de la gente, pero siempre me escribía con educación y desde un perspectiva optimista tipo "hay luz al final del túnel".

Love of Lesbian - Universos Infinitos


De repente desapareció durante un mes y cuando ya creía que no volveríamos a hablar un buen día
me mandó un email en plan critica por mi manera de ser, así, sin venir a cuento empezó diciéndome que la caía mal porque no se fiaba de mí. Estuvimos escribiéndonos como si de un chat se tratase durante unos veinte emails y en todos estaba ese pequeño toque de egoismo e incredulidad. Yo fui esquivando todos sus ataques hasta que al final la dije que me importaba lo que pensaban los demás de mí, pero sólo las personas a las que respeto, resumiento: "lo que me digan los malos, me da igual".

Lo más destacado de su repertorio de críticas fue que "con tal de quedar bien me hago el enrollado y no muestro como soy en realidad"... "voy de tio feliz cuando soy un amargado"...

No hace falta que siga. Llegué a pensar que era amiga de una de mis ex, vaya manera de batallar!

Pasaron un par de días y una amiga en común me escribió un par de emails hablando de la protagonista de esta entrada y me contó como si debiera saberlo que estaba enferma y bastante débil. Me quedé helado cuando me dijo que tenía cáncer y que la quimio la estaba machacando tanto que no salía apenas de casa y que odiaba al mundo, que era muy buena chica, pero que su manera de ver la vida se había transformado.

En ese momento entendí porque la ultima vez me había atacado y me había hablado así, pero vamos, que esto es lo menos importante, sus insultos quedan a un lado. Se me encogió el corazón al ver a una chica tan joven, inteligente, seguro de sí misma, encontrarse con un posible cronómetro adosado a su vida.


Ahora mismo me invade una sensación de miedo atroz, desgarrador, cuando pienso en esa chica, en como la vida se le escapa de las manos sin una razón aparente... ¿por qué ella? por qué nos toca la lotería de esa manera? Que injusto somos cuando nos quejamos, lloramos por gilipolleces o cuando nos atascamos en algo sin importancia. Filosofía barata esta entrada, puede ser, pero... sal ahora mismo a la calle a bailar, bajo la lluvia, bajo el sol...

2 comentarios:

Toni En Blanc dijo...

Uff, después del correo en común ya todo es más entendible. En momentos así supongo que una persona necesita gente que la apoye y que la entienda, pero sin caer en el consuelo barato...

Espero que tenga suerte la chica.

Saludos!

Anónimo dijo...

Tengo la piel de gallina, míster...
Nos debemos unas cañas y un mus

Besos.

I.P