jueves, 23 de octubre de 2008

Poker, la última partida

"Aquel que conquista a otros es fuerte,
aquel que se conquista a sí mismo es poderoso"


Hace no mucho, según me dice el espejo, saqué de nuevo mi baraja, antigua y oxidada, una baraja vieja y rota.

Mi primera partida “de vuelta” al poker fue con una auténtica maestra que me dio una buena paliza. Cuando empezamos a jugar, ella me enseñó todas sus cartas y yo le enseñé las mías. Perdí.

Durante los siguientes meses no tuve ganas de jugar mucho, pero un día me deshice de la vieja baraja de cincuenta y dos cartas para comprarme una nueva que llevaba dos jokers.

He pensado que el juego de las cartas y sobretodo el del poker era un juego de astucia, inteligencia y suerte, un poco de suerte. Pero con mis primeras manos después de mi vuelta al casino me di cuenta de que AHORA no sólo se necesita todo eso, sino también tener el corazón en hielo, jugar SÓLO CON LA CABEZA.

Siempre oculté mis cartas y gané, muy joven y muchas partidas difíciles ganadas, hasta que me retiré del juego. Dejé de ser un experto hace mucho, mucho tiempo, cuando hice tablas con la mejor de las jugadoras y me enamoré de ella.

Pero todo se acaba.

Ahora conoces a un nuevo jugador que puede que te enseña alguna carta, pero lamentablemente no cuentas con que haga trampas y tenga más de un AS en la manga. Esas pequeñas trampas animan a muchos a seguir su ejemplo, a mí personalmente, me desesperan las artimañas que se usan por ganar una simple mano al poker. Yo siempre he jugado con el corazón y mi pequeña zorra llamada intuición.

Este año quizás he tenido demasiadas partidas, llegué incluso a ganar cuatros seguidas en una sola semana, pero era solo un juego, un juego de ver quien tenía mejores cartas, suerte y maldad. Y desde luego eso no va conmigo. Fue entretenido humillar al otro jugador, pero no fue justo.

The Smashing Pumpkins - Stand Inside Your Love (letra)


Actualmente juego con las cartas boca arriba, sin jokers y esperando que el "contrario" adopte una postura de no agresión y no se tire falores... pero hermano, los tiempos cambian, las calles están llenas de millones jugadores que no les importa apostar incluso su alma por ganar unas cuantas partidas seguidas.

Es duro cuando pones tus cartas boca arriba y sonríes, miras a tu compañero de partida y sabes que te está mintiendo... es duro e injusto, pero es real. Hay que jugar. Lo que me deja triste incluso ahora es cuando alguien te ofrece una partida y al poco tiempo se va de la mesa, sin jugar y habiéndote enseñado todas y cada una de sus cinco cartas, ahora se estila mucho eso... demasiado. Pero lo peor está por llegar, cuando este tipo de jugador se pone celoso y vuelve a retarte al verte echar una partida con otro... emails, caritas, sms a las cuatro de la mañana, toques debajo de la mesa, visitas a tu diario, sonrisas y susurros a escondidas... este perro del hortelano se merece una buena patada en el hocico.

¡De víctima a verdugo en siete segundos!

Es posible que este pequeño juego de locos me enganche, pero lamentaría convertirme en un buen jugador, no me compensa. No necesito ganar para saber que fui un gran jugador y ahora el gran perdedor.

¿Cómo debe uno jugar?

Ahora te recomiendo humildemente, que en la primera mano enseñes tus dos mejores cartas, eches las que no quieras y las otras tres nuevas no las enseñes NUNCA. No ganarás siempre, pero por lo menos te levantarás de la mesa con ganas de jugar más.

¿Para cuando la última partida?

Me da igual, lo que sé es que no cambiaré mi modo de jugar por haber perdido un par de buenas manos. Por cierto, mañana viernes vuelvo al casino.

10 comentarios:

AliceP dijo...

yo he levantado mis cartas y he cometido un grave error. las levanté en la primera mano. un gravísimo error. después de esta estupidez, sólo me queda levantarme de la mesa y salir por donde entré. sigilosa y defraudada, silenciosa y dolida.
no sé cuál es la jugada perfecta. creo que no lo sabré nunca. pero quizás debería hacerte caso, y no olvidar nunca que quien tengo enfrente está jugando, y muy probablemente, mintiendo.
es una mierda creer que juegan a tu juego, cuando sólo quieren hacértelo creer.
a partir de ahora, no voy a enseñar ni una sola carta. a partir de ahora dejaré que el otro hable primero.
me ha encantado el texto y muy probablemente no haya entendido nada, o lo haya entendido mal. (de esto ya hablaremos más adelante, no tengas ninguna duda)

Anónimo dijo...

Casi siempre he enseñado mis cartas con cara de bobo en la primera partida porque era las que tenía, para mí las mejores.

Unas veces he ganado, otras perdía y cuando me sacaban al Joker me levantaba de la mesa y no jugaba más con ese tahúr.

Lo que más me gusta es jugar con ochos, nueves, sotas... No son las mejores cartas, pero hay algo que cada vez valoro más: LA NORMALIDAD.

Estoy cansado de escaleras de color, de pókers y sobre todo, me agotan los fules ¡Qué horro ser un ful!

AliceP dijo...

me ha encantado es de LA NORMALIDAD...
estoy hasta las branquias (¿?) de que la gente vaya de escalera de color.
me conformaría con una pareja de sietes, fíjate.
¿sigo sin entender nada no? :P

Simón de Belle dijo...

Miss hypocrisy lo entiendes todo, lo has cogido, lo que no quieres es engañarte a ti misma y ocultar las cartas. No cambies.

Calippop dijo...

Serás ludópata. Tendrías que haber construído el simil con el parchís, mucho más castizo y lerele, donde va a parar :)

Un abrazoso, chaval! Recuerdos de Mr. Indipotato! :D

Libi dijo...

Pues yo siempre enseño mis cartas (que quieres? yo soy así...)
La jugada perfecta no existe, te lo digo yo; pero con la práctica y el tiempo se puede perfeccionar al punto de que, por lo menos, no te levantes de la mesa desplumado.
Tengo que aprender de Miss Hypocrisy...

AliceP dijo...

sigo sin entender nada. daky, yo no soy un buen ejemplo. quizá si un buen consejo de lo que no hay que hacer. jaja... pero bien. hemos perdido partidas, está claro. y quién dice que la próxima no la ganaremos? yo no veo próxima, ni me apetece imaginarla. pero llevaré en el bolsillo unas cuantas normas para jugar.
sólo espero no olvidarlas...

Anónimo dijo...

Aquí alguien a jugado al Cinquillo. No hay apuestas, no hay faroles y cuando termina la partida puedes empezar otra tan tranquilamente. Unas veces gana uno y otras otro.

Yo hay mesas en las que no juego. Es más aburrida y se juega mucho menos, pero no me levanto dolido, una vez me dolió mucho pero paso lo que tenía que pasar y esta pasado.

Supongo que es bonito eso de ocultar la jugada, hacer que vas de una cosa y no de la otra, creer que vas sobrado apostar mucho... pero hay a veces que el otro ha ocultado más que tú.

Yo, como dice miss hypocrisy, no me habré enterado de nada.

AliceP dijo...

y si cambiamos lo del poker, con tantas normas y tantos trucos y tantas mentiras por, no sé, otro juego más simple... jugamos a burro? ese es mucho más dinámico, hay que pensar menos, no puedes hacer trampas, sólo pensar rápido y confiar en que te lleguen las cartas adecuadas para poder ganar.
si el proceso es más corto, el dolor de la pérdida será menor, no? al menos jugando a burro te ríes, aunque pierdas.
ya no sé ni lo que estoy diciendo, pero... es que pasaba por aquí.
:)

Anónimo dijo...

¿Qué hacer cuando no tienes ni idea de jugar a las cartas?¿debo empezar a robar ases a diestro y siniestro?.