"Contra la pared" o 'Todos los semáforos de esta ciudad en ámbar'

Todos las entradas que he hecho podrian tener dos títulos bien diferentes, me gusta la idea. Un nombre de mujer y otro de hombre. En este caso lo tengo muy claro; CONTRA LA PARED es el nombre de mujer y "todos los semáforos de esta ciudad en ámbar" es el de hombre.

Acabo de ver la película "CONTRA LA PARED" (Gegen die Wand, 2004), de Fatih Akin, protagonizada por Birol Ünel, que está que se sale haciendo de perdedor y la maravillosa Sibel Kekilli, dulce pájaro herido...que nariz tan grande y hermosamente preciosa.

Esta pelicula huele a sangre, tabaco, whisky rancio y ropa sucia, es dura, muy dura, y un auténtico peliculón. Si tuviese que hacer un simil con un tipo de comida esta película es como un filete de ternera bien gordo, casi crudo, sangrante, que te lo comes así de natural con un poco de sal gorda. Sólo dedicas un minuto a cocinarlo, es natural y no lleva adornos, pero es sabroso como él solo.

Nos estamos moviendo en los límites del amor, la violencia y el sexo. Está llena de escenas sublimes y podría escribir miles de entradas con lo que me ha hecho sentir, pero intento ser breve...

Es violenta en imágenes y las historias de los personajes son como una ciudad con los semáforos todos en ámbar, caos, desorden y autodestrucción. A medida que avanza la película se me van ocurriendo cosas para poner en este blog y que apunto en un papel, lo que más me gusta de todo es pensar que las ciudades son como las personas. El ser humano, su mente, bien puede ser como una gran urbe o como un pueblo en mitad del desierto.

¿Con qué ciudad te sientes identificado?

Mi amigo Raúl es como Tokio, ciudad que él adora, es caótico, con muchas luces, lleno de vida, de gente, con millones de cosas y sorpresas, genial, irrepetible y por supuesto único.

Mi amiga Susana es como Barcelona, donde por suerte vive; ciudad amplia, inteligente, llena de culturas y vida, abierta al mundo como ninguna otra ciudad europea. Llena de pubs y tiendas frikis. Ciudad donde puede hacer sol y a los cinco minutos llover a cántaros sin avisar.

Yo ahora mismo no sé como es mi mente, con que ciudad me puedo sentir identificado, pero me quedo con tres lugares en los que siempre pienso: La Gran Vía de Madrid (llena de vida a cualquier hora y violenta por la noche), la Presa de Navacerrada (tranquila, amistosa y relajante) y a Sidi Abu Said (cerca de Cartago, Túnez, pueblo costero, blanco, mágico, romántico, sensual, con las mejores puestas de sol del mundo).

Lo mejor de CONTRA LA PARED es su protagonista, Sibel Kekilli, (mezcla de Hamburgo donde vive, y Estambul de donde huye), que con cada fotograma te va atrapando hasta que terminas exahusto y llegas a casa abres el google para ver todas las fotos posibles suyas. Ninguna la hace justicia, es una actriz muy poco fotogénica, la teneís que ver bailando al son de Rammstein...la baba cae sobre el teclado. Se difundió la noticia de que había sido actriz porno antes de dedicarse al cine "normal"...y qué más da?


Las dos mejores escenas de la película (tiene miles) son cuando los dos "protas" están sentados al amanecer en un banco y a él le han dado una paliza de escándalo y se oye el fuerte sonidos de los pájaros madrugadores cantando y la segunda escena cuando el tío de él le canta a ella para que se duerma...brutal!

Describe el honor en las familias de religión musulmama, donde ese honor está por encima incluso de la propia vida, muy diferente al pensamiento, cultura y religiones occidentales. Las secuencias de primeros planos de los personajes hablándose están rodados con cámara en mano, nunca fija, con un pequeño movimiento que me parece sublime, cinematográficamente hablando. (cinematográficamente es la palabra más larga que he puesto en este blog)

En fin, os recomiendo que no os perdaís esta maravilla. Buen viaje!

¿Qué cosas me ha enseñado/reafirmado esta película?
- Me gustan las narices grandes. Le dan personalidad a la cara y a los ojos.
- Que follar es cojonudo, pero que hacer el amor es otra cosa muy distinta.
- No formular deseos no vayan a convertirse en realidad.
- El amor no es ciego, se lo hace.
- Cuanto más le clavas la estaca a una vampira, más vampira se vuelve.
- Algún día, cuando sea mayor, besaré Tierra Santa.